FUENTES DE LA MEMORIA

Seguro que conocéis esta fotografía. Un grupo de hombres trabajan en la construcción del Rockefeller Center de Nueva York en 1932 y no encuentran mejor lugar para almorzar que esa vertiginosa viga sobre la gran ciudad, a más de 200 metros sobre el suelo. La imagen es un ícono de Nueva York, la metrópoli por excelencia, la ciudad de ciudades, y por eso ha sido infinitas veces reproducida. Pero suscita también múltiples interrogantes: ¿Quiénes son esos hombres? ¿Quién hizo esa fotografía? ¿Verdaderamente almorzaban así a diario o están posando para la ocasión? Responder a esas preguntas es lo que pretende el documental  Los hombres de la viga  (para ver seguir el enlace) que ayer mismo se emitió en el programa Documentos TV, en La 2 de TVE. Una emocionante investigación sobre la fotografía pero, sobre todo, sobre una época y unas gentes “Hombres temerarios y fotógrafos insensatos”, sobre la emigración y la construcción de la ciudad y sus mitos.

Junto a Amparo Moreno Sardà y Marta Corcoy Rius, hemos publicado el artículo  La información de las administraciones públicas locales. Las webs de los ayuntamientos de Cataluña , en la  Revista Latina de Comunicación Social  de la Universidad de La Laguna. En una  entrada anterior  ya expliqué que habíamos desarrollado una plataforma en que presentamos los resultados de evaluar la información que ofrecen los ayuntamientos de Cataluña. Ahora, hemos mejorado esa herramienta para ampliar sus posibilidades y para que nos permita mostrar evaluaciones de webs públicas de cualquier lugar del mundo. La nueva plataforma es el  Mapa Infoparticip@. Calidad y transparencia de la información pública  que os invito a visitar. En el artículo ahora publicado, damos los resultados de la primera oleada de evaluaciones, iniciada en 2012 y finalizada en marzo de 2013. El proceso de cada oleada comprende tanto el análisis realizado en primera instancia por el equipo de investigación, como el subsi

Jean Renoir, conocido como director de cine e hijo del pintor Pierre-Auguste Renoir, publicó Renoir, mi padre, en 1962, muchos años después de la muerte del pintor en 1919.  Jean trataba a Renoir como lo que era, su padre, a la vez que podía ver al artista trabajar en la casa familiar e incluso posó para él en numerosas ocasiones. Así que cuando se decidió a contar la vida del pintor pudo escribir tanto una biografía bien documentada como un relato detallado de su vida cotidiana, de sus pensamientos y de las personas que le rodeaban: su mujer (madre, por tanto, de Jean), sus vecinos, amigos, colegas pintores, empleados y de sus modelos, con una de las cuales acabó casándose Jean Renoir.  Además de este conocimiento vivencial, que emana cariño por las personas y lugares que aparecen en el libro, Jean encontró la ocasión de hablar con su ya anciano y enfermo padre mientras se recuperaba de una herida de bala recibida en la Primera Guerra Mundial. De esa forma recabó sus primeros