Plácido
Cabalgata de Reyes Magos del año 1952. Estrella de Oriente. Higuera de la Sierra (Huelva), 1952. Donada por José Sierra Garzón a Museo Virtual de Viejas Fotos
La fotografía anterior me ha llevado hasta Plácido y, afortunadamente, he encontrado un fragmento que me permite mostrar que la inventiva y el genio de Berlanga y Azcona estaban más que enraizados en la realidad. Si tenéis años suficientes como para haber vivido la época, confunde la tentación de la nostalgia por tiempos peores. Navidad, obligada feliz Navidad. Fiesta de fiestas en tiempos sin muchos más motivos para celebraciones.
Independientemente de todas las similitudes que podais encontrarle, con lo que coincido en Plácido y el realismo que en ella se refleja de una época que yo viví, para mí esta fotografía de la Estrella de Oriente tiene algo muy especial: el conductor de la camioneta era mi padre que murió tres años después, cuando yo tenía once años, lo que supuso un giro de 180º en mi vida. Ya nada fue igual y, aunque ahora tenga 64 años, lo sigo añorando igual que entonces.
ResponderEliminarGracias, José, por la fotografía y por el sincero y emotivo comentario. Me alegro de poder contribuir a preservar y difundir recuerdos y a servir de modesta plataforma para necesarios homenajes.
ResponderEliminarCuriosamente vengo a encontrar esta fotografía de los reyes magos de mi pueblo natal en tu blog. En ella aparece, representando a la Estrella de Oriente, mi madre Esperanza Fernández.
ResponderEliminarCreo adecuada la utilización de la foto para ilustrar una época... mi padre se enamoró de ella viéndola así vestida y escribió un poema en albanza a su belleza. Lo transcribo, creo que merece la pena contextualizar la imagen:
"¡Ya vienen los Reyes, madre!
¿Verdá que vienen del cielo?"
Santa Bárbara se yergue
con majestad ante el pueblo,
abajo, las casas blancas
rutilan níveos destellos.
¡Qué bonita está la Higuera
en esta noche de enero!
Ya el piafar de los caballos
rompe el "serrano silencio"
y al son de agudas trompetas
abre su marcha el cortejo.
Ya asoma su pluma, ufano,
un bello heraldo del Cielo
con su calzón colorado
y su capa de oro viejo.
Ya viene, detrás, la Estrella
con un raudal de destellos,
una carita muy blanca
y unos lindos ojos negros.
Ya el trepidar de motores
suena cerca del Paseo:
son las carrozas que trepan
por las calles de mi pueblo
portadoras de ilusiones
y de mágicos ensueños.
Carrozas que son regalos
como llovidos del Cielo,
pletóricas de sonrisas
y de artísticos anhelos.
Pajecillos y pastoras,
musiquillas de panderos,
borriquillos juguetones,
montados por negros siervos,
que portan sobre sus lomos
juguetes y caramelos.
Cien corceles que relinchan
piafando de puro nervio,
cien antorchas que enarbolan
relucientes pajes negros
van invadiendo las calles
de franco alborozamiento.
¡Qué bonita está la Higuera
en esta noche de enero!
"Ya vienen los Reyes, madre":
Mira Melchor con su negro
corcel de crespadas crines
y espumajante su belfo.
Frena, Gaspar, tu caballo
y échame aquí caramelos
que este niñito no puede,
no puede andar por sus medios,
que tiene sus piececillos
entumecidos y enfermos.
Y tú, Baltasar, detente
y escúchame con afecto:
-Pídele al Niño Jesús
que sane mis pobres remos,
que yo no quiero juguetes,
sino salud, que no tengo,
y dile que cuando pueda
iré a llenarle de besos.
Y también, mi pobre niño,
quedé atónito y perplejo:
ante la Estrella de Oriente
sumíme en locos ensueños:
¡Qué bonita va la niña
con esos ojos tan negros
y esa palidez de lirio
en su carita de cielo!
Mi niño paralítico,
mi pobre niñito enfermo,
yo también tengo una pena
martilleándome el pecho
y algo tengo que pedirle
a los Reyes de tu pueblo:
¡Esa Estrellita de Oriente
de tan lindos ojos negros!
Manuel Ordóñez Sánchez
Dificil para ellos fue una época dura en la que el libre pensamiento y acción estaba maniatado por la dictadura.
gracias por difundir
Hola Juan Carlos, no tengo palabras para agradecerte el regalo que me dejas.
ResponderEliminarMe alegra saber que te ha parecido bien encontrar esta foto aquí, procuro tratar siempre con respeto a todo el mundo y especialmente a la gente que tuvo que vivir en tiempos tan difíciles, así que está bien recordarlos y poderles hacer algún homenaje público, aunque sea tan sencillo como este.
Muchas, muchas gracias y hasta pronto.